El número 57 de la revista Pedalier, ya a la venta en tu kiosco

¿Y pensar que a veces no somos capaces de valorar la belleza de todo lo que nos rodea? Creo que fue allá por el año 98 cuando para un medio de otro sector, pero relacionado con la naturaleza comenté aquello de que “por mucho que el hombre pueda crear o crecer la naturaleza siempre estará por encima de él”. Es una de tantas frases tópicas pero que cada cierto tiempo vuelven a recuperar vigencia y casi siempre en su lado negativo. La Naturaleza es posesiva pero se siente muchas veces oprimida y atemorizada, y a la menor oportunidad que se le presenta, le gusta dar un golpe sobre la masa para recuperar un mandato y trono que nos hemos empeñado en quitarle. Los desbordamientos, desprendimientos, tormentas… vividos este comienzo de verano en el valle de Arán (Vielha, Bossost, Salardú…) en Ribagorza (Benasque…) o en los Pirineos Atlánticos franceses (Luz St Sauveur, Cauterets, Bareges) no son más que algunos ejemplos. Lo vivimos “in situ” y os aseguro que fue terrible y desolador y aunque han recuperado la normalidad, y como más podemos ayudarles es acudiendo sin alterar nuestros planes, todavía las secuelas son visibles. Desde aquí nuestro mensaje de ánimo a todos ellos.

Escenas como las vividas casi siempre nos incitan a hacer un alto en el camino y aunque solo supongan un pequeño velo deben hacernos reflexionar y enseñarnos a valorar todo lo que nos ofrece la Naturaleza. Y es que no puedo evitar emocionarme cada verano cuando viajo a las montañas y veo todo lo que me rodea. Disfruto, cargo pilas, me siento pequeño, pero a la vez grande y afortunado.
Me gustar sentir las cosas en directo y la bicicleta ha sido la mejor herramienta que he tenido para hacerlo, pero no voy a negar que la tecnología también ayuda y mucho. Por ejemplo este año hemos visto como el Tour nos ha vendido una Francia espectacular. Imágenes aéreas que seducían, tentaban y al fin y al cabo vendían. Confío que todas estas iniciativas sirvan para valorar mucho más todo lo que nos ofrece la naturaleza, porque nuestra misión no debe ser otra que cuidarla para disfrutarla. Sin demagogias, ni exageraciones, simplemente con naturalidad y sencillez. No nos vale la frase de “no sabemos lo que tenemos” nuestra obligación es saberlo y compartirlo, intentando enojarla lo menos posible para que sus iras, aunque inevitables, sean lo menores posible.

Cada uno puede y debe aportar algo. Nosotros como cicloturistas podríamos empezar con pequeños detalles, ¿vas a volver a tirar el envoltorio de tu barrita? ¿Vas a ser capaz de ver algo más que la rueda del de adelante? La Naturaleza es un regalo y eso no debemos olvidarlo nunca.

SUMARIO 57